Guillermo de Jesús Hoyos Rivera
¿Quién eres y que haces?
Mi nombre completo es Guillermo de Jesús Hoyos Rivera, aunque en el bajo mundo soy mejor conocido con algún sobrenombre, como M.E. Minsky, Memomán, Willy Halls, o Burt Munro.
Soy informático de profesión, con una maestría en Inteligencia Artificial, ambas por la Universidad Veracruzana, y un doctorado en Informática por la Université Paul Sabatier, de Toulouse, Francia, ciudad donde pasé cinco deliciosos años de mi vida con mi familia.
Desde hace 29 años trabajo para la Universidad Veracruzana, oasis de Arte, Ciencia y Luz, donde he podido trabajar aplicando mi conocimiento, y lo mejor de todo, aprendiendo mucho. Además, he tenido la oportunidad de influir para bien en muchos de mis estudiantes (bueno, al menos eso quiero creer), y veo con mucho orgullo que varios de ellos han logrado cosas extraordinarias.
Hay varias cosas de las que disfruto en la vida.
Una de ellas es la naturaleza, y tengo la fortuna de vivir cerca de una reserva ecológica de bosque mesófilo de niebla, de la que disfruto prácticamente todos los días, sea en una deliciosa caminata, sea dando un paseo en bicicleta (para hacer ejercicio, pues esto de la pandemia me ha tenido sentado mucho más tiempo de lo que puedo tolerar).
Disfruto también de pilotear motocicletas, y cada que puedo me subo a mi moto o a mi motoneta, sea para dar un paseo, sea para hacer mandados (ando buscando siempre pretextos para hacer un mandado en dos ruedas). En moto he visitado sitios en Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Ciudad de México (cuando todavía era Distrito Federal) y por supuesto, en Veracruz, y espero lograr hacer al menos un gran viaje en moto, sea hacia Canadá, sea en Europa. Es maravillosa la experiencia del contacto con el aire o la lluvia cuando circulas a mas de 100 kph, y poder disfrutar de una visión a 360°, sin que el techo del coche te impida ver, por ejemplo, un halcón volando justo encima de ti.
Finalmente, adoro pasear y conocer nuevos lugares, tanto en el campo como en la ciudad, y disfruto del turismo tecnológico (no saben cómo he disfrutado cada vez que echan a andar una máquina nada más para demostrarme su funcionamiento, como lo fue la operación de los elevadores para mineros en Mineral del Monte, Hidalgo). Varias de mis andanzas me traen una sonrisa al rostro cada vez que me vienen a la memoria, a pesar de que ya estén lejanas en el tiempo. Creo que no hay dinero mejor invertido, que aquel que usas para viajar y conocer lugares, no el que usas para comprar objetos.
Disfruto en particular de los pueblos pequeños, y soy fan de visitar la playa de Zipolite, en Oaxaca, donde regreso cada que puedo.
Soy melómano de corazón, y lo mismo puedo disfrutar escuchando a Tchaikovski o Beethoven, que a Black Sabbath, a Led Zeppelin, a Pink Floyd o a Dio (ahorita, mientras escribo esto, escucho justamente Holy Diver, de Ronnie James Dio). No soy fan de la música vernácula en general, con excepción de la música de la Huasteca, y el reggaetón lo odio con odio jarocho (Ratón Crispín dixit).
Finalmente, soy ferviente creyente de que el conocimiento debería ser de libre acceso para todos en cualquier momento, y me siento, en tanto que académico, secuestrado por parte de las grandes compañías editoriales, cuyo modelo de operación está basado en el dinero, y son muy astutos, pues han logrado cambiar su modelo financiero. Al ver que aparecían plataformas a través de las cuales se podía evitar hacer el pago por acceder a los artículos científicos publicados por éstas, o que entre académicos nos enviamos mutuamente nuestras publicaciones, nos hacen ahora pagar a los académicos para tener el derecho de publicar, y todavía cediéndoles a ellos los derechos de autor. Esto no es algo que me parezca ni normal, ni correcto, ni adecuado.
Sueño con un mundo en el que la Ciencia (así, con mayúscula) sea de acceso libre para todos.
¿Qué hardware usas?
Desde 2008 decidí probar las computadoras Mac, y con el dinero de un proyecto, decidí hacer un cambio súbito de tecnología, un salto al vacío, y me hice de una MacBook Pro de 15”, de la que omito los detalles de configuración, y de una Mac Pro de principios de 2008, de ésas de torre, que por cierto, sigue operando de manera eficiente, con 6 Gb en RAM (por alguna razón no me reconoce 2 Gb adicionales que tengo instalados, ya luego veré), y poco más de 3 Tb repartidos en cuatro discos duros. En esta Mac Pro tengo instalada una Nvidia GTX 980 Ti, con la que hago un poco de super-cómputo de vez en cuando, y tengo instalados macOS El Capítan (no soporta versiones más recientes), Ubuntu 18, y Windows 10 (sí, Windows, para cuando no me queda de otra - leer más adelante para comprender este comentario).
Actualmente utilizo en mi vida cotidiana una MacBook Pro de 13” de principios de 2015, con SSD de 512 Gb, y 16 Gb de memoria. También uso un iPad mini 4. Para el anecdotario, he de confesar que cuando salieron a la venta las primeras tabletas, mi discurso era en el sentido de que eran simplemente “juguetes caros e inútiles”, pero con el tiempo he aprendido que sí tienen su encanto cuando no requieres programar, y necesitas ligereza para desplazarte.
En mi cubil tengo también una estación de trabajo Dell Precision Tower 7910 con dos procesadores Intel Xeon ES-2609 a 1.9 GHz, con seis núcleos cada uno, y en la que tengo instalada una tarjeta gráfica Nvidia Quadro p400. Esta máquina tiene instalados 64 Gb de RAM, y tiene aproximadamente 3.5 Tb repartidos en cuatro discos duros. Esta máquina la tengo con Ubuntu 16 y 18.
He de confesar que me gusta el equipo Mac, pues hasta el momento todas las máquinas que he tenido de esta marca han sido realmente buenas, resistentes, y durables.Y el servicio es bueno, pues ya un par de veces me han cambiado la pantalla sin costo, ya fuera de la garantía extendida, como parte del programa de Mac de calidad total.
Un detalle que me gusta en particular de Mac es la forma en que logran hacer que todos sus dispositivos trabajen de manera conjunta, estrechamente acoplados, lo que me facilita mucho la existencia cotidiana.
¿Qué software utilizas?
Soy un fan de Unix desde que lo conocí, y un archi-enemigo de Microsoft y todos sus productos, los cuales uso sólo si no tengo otra alternativa. Mi aversión hacia los productos de Microsoft se acentuó cuando, en una ocasión, intenté comprar una computadora para mi hija mayor, pero sin que trajera sistema operativo instalado, pues pensaba «forzarla» a usar Linux, y el proveedor (Dell) me dijo que todas sus máquina tenían que venir con Windows instalado por un convenio que tenían, y no me gustó sentirme coaccionado. Odio que me digan qué hacer, y más si la disposición viene de Bill Gates, que ha basado su modelo de negocio en este tipo de «convenios» que nos obligan a adquirir sus productos. Para redondear la historia, simplemente he de decir que mi hija terminó decantándose, ella misma, por Mac, aún a costas de cubrir parte del costo.
Actualmente, por azares del destino, mi base de trabajo está sobre macOS, pero dado que fui SysAdmin hace muchos años, tengo suficiente conocimiento de Linux como para poder migrar en el momento que quiera (o que no me pueda pagar equipos Mac, pues baratos no son).
Aparte de eso, como buen programador de la vieja escuela, me encanta programar en C, principalmente cuando hay manejo de memoria dinámica de por medio, y por ende, uso GCC. También programo en Python (un poquitou), y como software para Ciencia de Datos uso Weka. Conozco también un poco de R, y no, R no es un lenguaje de programación. Aparte de eso, pues las clásicas herramientas de ofimática, de preferencia la suite de ofimática de Mac o de SoftMaker, y cuando no hay de otra, pues de Microsoft.
Para programar uso Atom como editor, y si bien tengo una cuenta de Dropbox, con un montón de almacenamiento disponible a costa de enviar invitaciones a diestra y siniestra a mis estudiantes, mi principal nube está basada actualmente en MEGA. La razón para hacer el cambio fue que Dropbox, un día, así nada mas, decidió que sólo podías tener su plataforma instalada en tres dispositivos en su versión gratuita, y yo lo tenía en casi diez (entre computadoras, tabletas y teléfonos), así que migré. En general estoy contento, pues la versión gratuita de MEGA funciona bien.
Como navegador uso Firefox, pues me cansé de darle mis datos a Google (hasta hace poco usaba Google Chrome). Nota curiosa, mi cuenta de Gmail la abrí cuando todavía necesitabas una invitación para poder usarlo, y recuerdo que a mí me la mandó mi director de tesis doctoral. En aquel momento me parecía un orgullo y distinción no usar más Hotmail. Pero como todo, Google también ha ido entrando al juego de la ambición, y lo que en un inicio tenía un ideal, terminó simplemente monetizado.
Para mensajería utilizo principalmente Telegram, aunque también WhatsApp, pues muchos de mis contactos se niegan a cambiar de plataforma para mensajes.
Irónicamente, a pesar de usar Mac, soy partidario del software libre, y estoy convencido de que el conocimiento debería ser de libre acceso para todos.
¿Cuál seria tu hardware/software ideal?
Mi hardware y software ideales, no lo sé. Sería uno que fuese vigente mucho tiempo, y que no me viera en la necesidad de comprar una nueva máquina cada determinado tiempo. Odio la obsolescencia, pues mi naturaleza ecologista me hace sentir un ser deplorable cada vez que tengo que tirar algo a la basura (para referencia, nosotros producimos nuestra propia composta, de manera que los desechos que tiramos son “limpios”, y no generan lixiviados).
En todo caso, si hoy tuviera que comprar una computadora, y contara con recursos financieros suficientes, me compraría una MacBook Pro de 13», al tope de memoria y de disco duro (16 Gb y 1 Tb respectivamente).
Si no fuese el caso, tendría que buscar alguna computadora sin nada de Microsoft, y con tanta memoria y almacenamiento (de preferencia SSD), como pudiera soportar el equipo.
En cuanto al software, seguiría usando lo de siempre, es decir, SoftMaker para ofimática, y mi querido y entrañable C, y para cuando no haya de otra, pues Python. Para Ciencia de Datos seguiría usando Weka.